jueves, 22 de febrero de 2007

Derroche


Con o sin Oscar, los invitados al teatro Kodak de Hollywood se dirigen directamente a fiestas donde son agasajados y se les entregan costosos regalos de consolación. El problema que se plantea este año a las estrellas del cine es que por los presentes que reciban habrán de pagar impuestos. La codiciada estatuilla dorada, que pesa casi 4 kilogramos, o el haber sido uno de los cinco candidatos en alguna de las 24 categorías de los premios, es el salvoconducto para participar en las fiestas más rutilantes que se celebran en Hollywood después de la ceremonia de los Oscar. Entre ellas destacan las que organizan la revista neoyorquina 'Vanity Fair' o el cantante británico Elton John. Sólo la máxima jerarquía de la industria del entretenimiento de Hollywood tiene asiento reservado para disfrutar de esas cenas elaboradas por reconocidos cocineros, en las que hasta el más frustrado perdedor recibirá cestas de regalos valoradas en miles de dólares. Son cestas cargadas de inscripciones a clases de yoga, tratamientos para alargar pestañas, inyecciones de botox contra el sudor, un fin de semana en Las Vegas o una estancia en un centro de Beverly Hills para adelgazar con entrenador físico y nutricionista. Oficialmente, esta tradición tendría que haberse extinguido cuando la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas acordó en agosto con la Agencia de Recaudación de Impuestos (IRS) de Estados Unido, que los homenajeados con estas cestas de hasta 100.000 dólares por persona tendrían que pagar impuestos. Vale para una cirugía estética. Pero las empresas de 'marketing' y promoción han encontrado los medios para seguir enviando a las estrellas de cine vales para cirujanos estéticos, 'kit' dental para perros, viajes en crucero, vinagre balsámico italiano o tres días en un 'spa'. Ahora se incluye en la canasta un formulario donde se especifica el valor del impuesto por cada artículo. Corresponderá a los agasajados "decidir lo que declaren" al IRS, explica Lash Fary, fundador y presidente de Distinctive Assets, una empresa especializada en "ayudar a las empresas a colocar sus productos en manos de las estrellas para vender mejor". Lorena Bendinskas, portavoz de la empresa Distinctive Assets, cree que es algo injusto que los famosos paguen impuestos por los regalos."Cuando vemos todo lo que ellos tienen que aguantar a diario con los fotógrafos y esas cosas, los regalos son una manera de agradecérselo". Y apostilla: "Son personas que nos dibujan una sonrisa en nuestra cara, entonces *por qué no darles algo para hacerlos sonreír?", arguye Bendinskas, cuya empresa elabora una "cesta de consolación" para los perdedores del Oscar valorada en 71.000 dólares. Con una improvisación de piano de Elton John junto a John Legend, con la voz de fondo de James Blunt o bailando al ritmo del soul contagioso de Beyonce, en estas fiestas nadie permanece en el anonimato. Las actrices desfilan por alfombras rojas donde lucen vestidos y joyas de los grandes diseñadores del mundo. Durante ese momento, la pregunta del millón para cada estrella es la misma:"*Quién diseñó tu vestido, de qué casa es el diamante?". La noche del 25 de febrero nadie se va con las manos vacías a casa. Queda por ver cuál será la celebridad más comprometida, la que siga el ejemplo del actor y director George Clooney, quien tras ganar su Oscar en 2006 al Mejor Actor de Reparto donó sus regalos para una subasta en beneficio de las víctimas del huracán Katrina.


Un centro sanitario de Hong Kong ha propuesto un plan para reunir a asesinos, ladrones y violadores con sus víctimas y los familiares de éstas con el objeto de que el cara a cara ayude a ambas partes a cerrar heridas. En las sesiones, bajo la guía de un mediador, delincuentes y afectados mostrarán los sentimientos que les ha producido el crimen en cuestión, lo que puede ayudar a ambas partes a rehacer sus vidas, informa el diario "South China Morning Post". Este es uno de los servicios que ofrecerán las instalaciones de mediación que el Centro para la Restauración de Relaciones Humanas espera abrir antes de fin de año en Hong Kong. Además, el centro ha solicitado al Gobierno de Hong Kong reformas legales para fomentar este tipo de programas de "justicia reparadora", ya que muchos criminales con remordimientos sufren un estrés tan pronunciado como el de sus víctimas, lo que incrementa la posibilidad de que cometan actos suicidas. Los responsables del programa apoyan igualmente su solicitud en que numerosos estudios existentes sobre el tema avalan que los programas de justicia reparadora pueden llegar a reducir la reincidencia de los criminales.


Fuente EFE