domingo, 25 de noviembre de 2007

La caja eterna


Me han enviado una invitación para escribir un microrrelato. No espero que gane el concurso pero me he divertido haciéndolo. El requisito es que la tele tiene que aparecer en alguna parte. ¿Por qué no dedicarle algo, a pesar de todo?

Mi padre me contó que, hace años en el pueblo, todos se esforzaban para encontrar al señor que hablaba dentro de la caja de madera y cristal que vino de la ciudad. A mí nunca me ha parecido una caja. Sin embargo, acabé por creer a mi padre cuando busqué al señor que había pintado la pantalla de colores. Mi hija aún no lo entiende.