miércoles, 5 de diciembre de 2007


Ante mí tenía múltiples caminos pero ninguno me conducía a parte alguna, básicamente porque los caminos están dentro de uno. Las calles no son más que las travesías por donde se transcurrre para tomar el rumbo que te dicta el corazón. Sin ese rumbo, cualquier calle es válida. Cualquier calle no te lleva más que al punto de partida del cual no sabes salir.


Fragmento del libro de mi amigo Luife Galeano, titulado En el Nombre del Vampiro


No hay ninguna cosa seria que no pueda decirse con una sonrisa
Alejandro Casona