viernes, 14 de septiembre de 2007


Eran las cuatro y media de la madrugada del miércoles 12 cuando unos vecinos de la calle Arrabal, en Toledo, se despertaron sobresaltados por el ruido de voces que escuchaban de uno de los pisos. Tras avisar a la Policía Local y personarse una patrulla en el lugar, comprobaron que los protagonistas eran dos personas sordas que lo único que hacían era ¡hablar entre ellos!
Cómo sería el volumen de voz (ellos, como es obvio, no se escuchaban) utilizado que despertaron a sus vecinos. Tras comunicarles las molestias que estaban causando, cesaron en su conversación y… Todos a dormir.


Revista Ecos de Toledo