Ayer a las once fumaste un cigarro
te encontré sentado
nos quedamos allí a perder todos tus tranvías
los míos estaban ya perdidos por naturaleza propia
Anduvimos diez kilómetros a pie
nadie nos vio pasar excepto claro los porteros
pertenece a la naturaleza de las cosas ser visto por los porteros
Mira como sólo tú sabes hacerlo
la calle las costumbres
El público
La tela de tus pantalones está muerta de frío y hay cuatro mil personas interesadas en ello
No importa que me abracen tus ojos de extremo a extremo azules
así será durante mucho tiempo
pero no te preocupes no te preocupes mucho
nosotros sólo tenemos que ver con el presente perfecto
corsarios de ojos de gato impenetrable maravillados maravillosos únicos
ni pretérito ni futuro tiene nuestro extraño verbo
Mário Cesariny
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