martes, 23 de enero de 2007

Matanza de Atocha



Se cumplen 30 años de la matanza de Atocha, 24 de enero de 1977. En donde fallecieron Francisco Javier Sauquillo, Enrique Valdevira, Luis Javier Benavides (abogados los tres), Serafín Holgado (estudiante de Derecho) y Ángel Elías Rodríguez (administrativo); quedando gravemente heridos, Alejandro Ruiz, Luis Ramos (fallecido el 9 de noviembre de 2005), Mª Dolores González (esposa de Sauquillo) y Miguel Ángel Sarabia (que falleció el pasado día 21), perpetrado por José Fernández Cerdá, Carlos García Juliá y Fernando Lerdo de Tejada, quien huyo de España, no pudiendo juzgársele por este crimen terrorista. .
Carlos García Juliá, estando en prisión por estos hechos en la cárcel de Ciudad Real, protagonizó un motín para conseguir su excarcelación, posteriormente condenado en Bolivia por un delito de narcotráfico, fue entrevistado en Radio Nacional de España, telefónicamente, por José Antonio Alarcón; ésta es su trascripción p erteneciente al programa especial de Radio Cinco Todo Noticias, con motivo del 25 aniversario de los asesinatos de los abogados de Atocha, 24/01/2002

J. A. Alarcón.- ¿Usted, qué grado de implicación tiene, en este
proceso?
García Juliá.- Pues, totalmente implicado.
J. A. Alarcón.- ¿De qué se le acusa?
García Juliá.- Pues de haber entrado en el despacho, y eso, y
haber disparado sobre cuatro comunistas.
J. A. Alarcón.- ¿Usted niega rotundamente esos hechos?
García Juliá.- No, no, yo no los niego.

Era aquellos días de finales de 1976 y comienzos de 1977, con una presión ultraderechista muy fuerte; el gobierno de Adolfo Suárez, que venía manteniendo contactos, desde el verano, con dirigentes del PCE, había convocado un referéndum para la Reforma Política para el 15 de diciembre y las Cortes franquistas se habían hecho, literalmente el haraquiri; al mismo tiempo, aquel diciembre, Santiago Carrillo era detenido en Madrid y puesto en libertad poco después, comenzando a hacer una vida, más o menos normal en nuestro país; mientras que el GRAPO, de quien escribiría tiempo después el periodista José Oneto, hablando de estos sucesos: "Domingo 23 de enero de 1977. El presidente del Consejo de Estado, Antonio Mª de Oriol y Urquijo, cumplía cuarenta días de secuestro en manos del GRAPO, una oscura y extraña banda terrorista que estaba infiltrada por la ultraderecha, como todos sabemos y luego ha probado la trayectoria de alguno de sus dirigentes de entonces, hoy "historiador". Se refiere, naturalmente, a Pio Moa, a la sazón máximo dirigente de la organización en aquella época, que en declaraciones a Radio Nacional de España, con motivo del programa especial de Radio Cinco Todo Noticias, en el 25 aniversario de los asesinatos de los abogados de Atocha, 24/01/2002, decía:
"Oriol le considerábamos un personaje que reunía las dos características de ser él uno de los grandes oligarcas, como decíamos entonces, y también un personaje político importante, presidente del Consejo de Estado, ex ministro, etc. Entonces, lo que queríamos realmente es hundir el referéndum, el referéndum de la reforma, y pensábamos que con esto quedaría muy tocado; además de esta manera se abriría paso ante la conciencia de la gente la necesidad de la lucha armada para acabar con el régimen, etc. Como esto no ocurrió, es decir, el régimen no cedió, eso nos llevó a plantearnos otros dos, uno de ellos era Fraga y el otro, Villaescusa. Villaescusa fue el primero que se hizo, luego ya no hubo ocasión de hacer el de Fraga, pero la idea que se tenía era ése; para destruir las elecciones y mostrar el carácter fascista, como decíamos nosotros, del régimen".

Uno de los policías que participo en la liberación de Oriol y Villaescusa, muy "conocido" en aquellos años, González Pacheco, apodado "Billy el Niño", se refería al GRAPO como: "una pandilla de inútiles, unos aficionados."

Quién sabe si de no mediar estos secuestros la tensión no hubiese alcanzado esos niveles y estas muertes podían haberse evitado. Es difícil saberlo ahora. Como la de dos jóvenes estudiantes madrileños: Arturo Ruiz y Mariluz Nájera, a quien quisiera recordar especialmente. Arturo Ruiz, el día anterior, domingo 23 de enero, participaba en una manifestación a favor de la amnistía, falleciendo a causa del tiro que le dio, el Guerrillero de Cristo Rey, Jorge Cesarski, un argentino peronista, confidente de "la bofia", en los aledaños de la Gran Vía madrileña; y por su parte, Mariluz Nájera, al día siguiente, la mañana del 24, a causa del golpe que sufrió en la cara por un bote de humo de la policía, cuando participaba en una manifestación, en la Plaza del Callao de Madrid, por el asesinato de Arturo Ruiz. Eran jóvenes universitarios de veinte años (hoy estarían ya en la cincuentena), que creían en la Democracia, la Libertad y la Justicia, y que peleaban para conseguirlo, mientras que otros (yo incluida) nos quedábamos en casa por miedo o por apatía, aunque compartiésemos sus sueños y nos beneficiásemos de su lucha; supongo que su sacrificio fue el detonante de que algunos nos animásemos a comprometernos con la Democracia y entrásemos en los movimientos políticos y ciudadanos. Ellos, como los abogados de Atocha, después de treinta años: ¡qué maravilloso ejemplo nos siguen dando!


Por María José Hernández

1 comentario:

Anónimo dijo...

asesinos como Pacheco billy el niño y muchos mas,habria que pasarles por la soga